Los manglares, como extensos bosques de altos árboles cuyas raíces llegan enmarañadas hasta los extremos de sus copas, se encuentran entre los ecosistemas más productivos del mundo. Cuando se gestionan de forma sostenible, pueden ser el sustento de vida de millones de personas y, al mismo tiempo, cumplir un rol fundamental en el almacenamiento de grandes cantidades de carbono y en la reducción de la vulnerabilidad de las regiones costeras a fenómenos extremos.
Los manglares, típicamente costeros, prosperan en los estuarios, es decir,”lagunas o zonas inundadas que se forman cuando el agua dulce de los ríos y arroyos desemboca en el océano y se mezcla con el agua salada del mar. Esta característica, según el biólogo, aporta cualidades únicas a los manglares, que no se encuentran en otros ecosistemas, como puede ser la presencia de especies adaptadas a entornos con agua salobre (aquellos en los que los niveles de sal son más altos que los de los ríos y más bajos que los del mar).
La más típica es el árbol que inspiró el nombre del ecosistema: el mangle. Esta especie llama la atención por la forma única de sus raíces, que quedan expuestas por encima del suelo fangoso y forman complejas redes capaces de sostener los altos troncos y las copas llenas.
Dónde se encuentran los ecosistemas de manglares
Los manglares se encuentran en las costas de 123 naciones y territorios de todo el mundo, según la UNESCO. Sin embargo, aún se consideran ecosistemas atípicos, ya que representan menos del 1% de todos los bosques tropicales y menos del 0,4% de las áreas boscosas del planeta.
Aunque están repartidos por todo el mundo, sólo un puñado de países alberga más del 70% de los manglares del planeta.
Al albergar una gran biodiversidad, los manglares también son responsables de una serie de servicios ecosistémicos que benefician tanto a los seres humanos como a las demás especies que habitan estos entornos. La importancia de los manglares va desde la protección de las costas y el control del clima, hasta su papel esencial en la reproducción de las especies.
En cuanto al control del clima, los manglares también son importantes secuestradores de carbono. Secuestran el CO² de la atmósfera 50 veces más rápido que cualquier otro árbol y lo almacenan en el suelo en una cantidad que puede ser hasta cinco veces superior a la de cualquier otro bosque.
En Yucatán existen 3 especies de manglares comúnmente conocidos como: Manglar Rojo, Manglar Negro y Manglar Blanco. Son los más presentes en la península. En menor cantidad podemos encontrar al manglar Botoncillo.
Se estima que la superficie de manglar en México en 2020 es de 905, 086 hectáreas, lo que implica un incremento neto de 129, 531 hectáreas en comparación al año 2015, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Yucatán cuenta con más de 97 mil hectáreas de mangle, dejando al estado como la entidad con mayor cantidad de manglar del país; es decir, el 55% de los manglares se encuentran en la tierra del faisán y el venado.
Aquí habitan diferentes especies de flora y fauna. Distintas plantas con resistencia a la salinidad, como el zapote o algunas especies de palmeras. También puedes ver variedad de animales terrestres y acuáticos: Flamingo Rosado, pato canadiense, cigüeñas, erizos de mar, tortugas y mucho más.
Su paisaje y biodiversidad los hacen lugares excelentes para visitar, conectarte con la naturaleza y arraigarte con el entorno. Un recorrido en estos lugares excepcionales nos invita a reflexionar para su protección y colaboración para mantenerlos.